Diciembre 2012
Hemos llegado a
Diciembre 2012, tan esperado por los que venimos trabajando desde hace algún tiempo,
por un mundo mejor y es triste ver como todavía no nos damos cuenta que depende
de cada uno de nosotros que ese cambio se produzca o no.
Todavía se ve
como se aprueban las guerras, tratando de
hacernos ver a los soldados como héroes por el hecho de matar a personas que no
piensan igual, ahora más que nunca, a través de las redes sociales podemos ver
el odio de las personas que discriminan y separan ya sea por el color de piel,
por religión o condición social y luego nos preguntamos por qué pasan cosas tan
terribles como la matanza en la escuela de Connecticut y aparecen preguntas
tales como “por qué Dios permite que
estas cosas pasen?”. Seamos responsables y no culpemos a Dios, que por algo
nos dio el Libre Albedrio, para que aprendamos a diferenciar el bien del mal.
Todos somos dioses desde el momento que tenemos la capacidad de elegir como
queremos pensar y actuar, es lo que nos diferencia de los otros reinos y deberíamos
honrar la inteligencia que nos ha sido dada, respetando a los demás seres
humanos, animales, plantas y al planeta en general.
Todo está teñido
de violencia, aun cuando querramos evitarla, ayer fui al cine con mi hijo a ver
una película que por ser de fantasía pensé que iba a ser agradable “The Hobbits”,
lo único que vimos por casi 3 horas fue muerte y destrucción…los videojuegos,
la televisión el cine…estamos rodeados de violencia y luego pretendemos tener
mentes sanas…
Ayer mi hijo
llorando me pregunto si en verdad el mundo se va a acabar, le dije que no, que
lo que creo es que en realidad tiene que cambiar y que para eso tenemos que
empezar por nosotros mismos, dejando de aportar más violencia.
La idea no es
estar en contra y repudiar y protestar y odiar, porque esto es lo que hemos
hecho durante toda la historia y no nos ha dado ningún buen resultado, la idea
es cambiar la fórmula entre todos, no adhiriendo a la violencia, a la opresión,
a la discriminación, al odio.
Ojalá estas
navidades podamos tomarnos el tiempo para meditar de qué manera podemos aportar
al mundo un poco de paz, me cuesta creer que exista un ser humano que no desee
amor, paz y felicidad en su vida, por mas enferma y maltratada que pueda estar su
mente.
Es mi deseo y el
de muchos más, que este fin de ciclo nos encuentre despiertos a una nueva
consciencia de Amor y Respeto, por uno mismo, por los demás y por nuestro
hermoso planeta Tierra.
Cecilia.
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